La insulina es un fármaco que debe conservarse refrigerado a una temperatura constante entre los 4 – 8 º C, por lo que la recomendación es guardarla en frigorífico.
Debe evitarse la congelación de la insulina, así como los cambios de temperatura, por ello es importante el lugar del frigorífico en el que se guarda, no recomendándose la parte posterior de este, ni la puerta.
Plumas de insulina
La insulina que estemos utilizando no debe administrarse fría, ya que favorece el dolor con la administración, por ello como recomendación general, la insulina en uso puede tenerse fuera de la nevera a temperatura inferior a 30 ºC durante un plazo aproximado de un mes.
En este caso se deben evitar fuentes de frío o calor, como dejarla al sol, dentro del coche…
Recuerda que las plumas de insulina en uso deben guardarse con la tapa del bolígrafo y sin aguja.